Ahumado artesanalmente, sobre la base del queso semicurado, con maderas nobles durante varios días y en procesos cortos. De esta manera se conserva toda su mantecosidad y los aromas originales del queso de oveja.
Los sabores torrefactos del ahumado son casi inapreciables en el centro y muy pronunciados en la corteza.
Los sabores torrefactos del ahumado son casi inapreciables en el centro y muy pronunciados en la corteza.
Un juego de sabores en un sólo queso apreciado por la crítica y la mejor restauración.